Mi Cv. Chiaravallotti. M. Clara

Mi Cv. Chiaravallotti. M. Clara
Psicitelli, taller de datos.

Cirque du Solei

Cirque du Solei
En la Expo Zaragoza

Y más...

Y más...
¡¡Número de aros, impresionante!!

y más (2)...

y más (2)...

¡Filas Largas!

¡Filas Largas!
En general, estas son las filas que se forman, para conseguir la entrada y para entrar a los pabellones de los distintos países. Estas fotos están subidas, por: Chiaravallotti María Clara.

Esculturas, en la playa de Sitges, Julio 2008

Esculturas, en la playa de Sitges, Julio 2008
Por Chiarvallotti M. Clara

viernes, 5 de diciembre de 2008

Textos para el concurso Cross a la mandíbula.

Una historia del Medio Evo

Había una vez una chica que era medio desbolada que no había tenido un día, si se quiere, bueno… pero esto no viene al caso. La ola de calor que azotaba al reino de Villa Ballester era impresionante, algo inusual para el mes de noviembre. La cosa es que nuestra protagonista sufrió el cambio de horario de la Reina Cristina y no se había acostumbrado a ver el ocaso a eso de las nueve de la noche. El asunto es que se le hizo reee tarde y tenía que ver a su prometido que la estaba esperando como hace más o menos unas tres horas. Cuando terminó de hacer las cosas que ocupaban su precioso tiempo y agarrotaban su cabeza, se encaminó al transporte real ( el mitre) y se dispuso a ir a su casa. Necesitaba bañarse porque estaba hecha una “sopa” contando que además el transporte no tenía ventilación, vaya uno a saber porque...

Entonces la señorita en cuestión llego a su hogar para bañarse y su hermano (el ganso) estaba lavando la ropa de toda la semana y además su madre que había vuelto de su trabajo también necesitaba pegarse una duchita reparadora.

El asunto es que esta chica esperó su turno ( otra horita y media) y logró su cometido: alejar la transpiración de su cuerpo y disfrutar de la brisa de la noche de verano. Luego de todos estos trámites, se dispuso a tomar otro transporte real (el 343- Liniers por Lourdes) y mientras paraba a uno de estos, lamentablemente y hasta parecía a propósito decía fuera de servicio, cada vez iba llegando mas tarde. Luego esperando otro transporte, un señor grande, para su vehículo y se dirige hacia nuestra protagonista preguntándole” quieres que te lleve a Ballester?” “estamos en Ballester”- le contesta riendo. “bueno, pero si quieres te alcanzo, hermosa…” a lo que contestó aguantando una carcajada “no gracias, prefiero esperar el 343” y no bien terminó esta imprevista escena se subió al transporte real y al sentarse, y reírse por lo bajo pensó “que viejo verde. Por Dios” y se dirigió hacia la morada de su prometido que la esperaba enojado y casi durmiéndose luego de estar plantado unas cuatro horas y media.

FIN.