El 26 de junio del 2008, emprendí mi viaje hacia España. Allí Estuve un mes y diez días... Mi tía y mi prima me acompañaron al aeropuerto. En sí el viaje fue placentero, ya que dormí durante todo el trayecto en el que recibí cena y desayuno. Al día siguiente arribé al aeropuerto de Barajas y, cuando aterrizamos, aplaudimos y eso hace que uno se sienta bien, al saber que llegó a destino. Antes de encontrarme con mi familia, la policía me detuvo y me hizo un cuestionario, al estilo de un examen: ¿para que viene? ¿Dónde va a pasar la estadía? si tiene carta de invitación y billete de vuelta, etc. Por suerte tenía todos los documentos y papeles necesarios. Cuando salí me encontré con mi familia; fue un encuentro lindo y emocionante, ya que no la veía hace 6 meses. Después nos dirigimos hacia la casa que está ubicada en un pueblo llamado Sitges, en la ciudad de Barcelona. Cuando estábamos en tránsito hacia allí, me costaba entender como estaba aquí, ya que es una sensación rara, estar en un avión y pensar que en horas estás a 12.000 Km. de tu País. Además, cuando uno duerme durante el vuelo, se hace más rápido. Con tanta emoción junta, comenzó el viaje, el descanso y el relato de gran cantidad de ¡anécdotas hasta el fin! De vez en cuándo uno se pregunta, ¿Realmente existe un final para las cosas?
Gaudí, el arquitecto modernista más emblemático de Cataluña construye varios edificios, entre ellos la Sagrada Familia que está en un barrio céntrico de la ciudad de Barcelona y que aun está en construcción siguiendo el proyecto de este genial artista.
Durante el siglo veinte, Sitges era un pueblo de pescadores que fue descubierto por artistas e intelectuales, que empezaron a venir a pasar temporadas por el gran encanto y atractivo que poseía. Sobretodo los pintores se dieron cita aquí. Entre ellos Santiago Rusinyol, personaje que es muy homenajeado actualmente en el pueblo. Es común encontrar en Sitges gran cantidad de galerías de arte que hablen de él.
Durante el verano se organizan eventos culturales en distintos museos, hoteles y edificios históricos. También se da cita la comunidad gay mundial y es común ver en negocios y playas la bandera del orgullo gay, que tiene los colores del arco iris.
Durante el verano, es enorme la cantidad de gente que se puede ver en sus calles y playas, es lógico por ser temporada. Pero fuera de ella siempre los fines de semana hay eventos que atrae gente de distintos puntos de España y del exterior. Es famoso El Carnaval, el día de Corpus Cristis, la fiesta mayor, la fiesta de la vendimia y otras.
Por lo que conocí, España y el pueblo de Sitges son muy limpios y tienen cestos de basura para reciclar. Se ve en toda España que hay tres tachos distintos: uno para papeles y cartones, otro para la basura en general y otro para plásticos. Observé también que en el aeropuerto de Barajas hay un tacho solo, pero cuando me acerqué a tirar algo vi que estaba divido con bolsas de estas características. Reflexioné que esto ayuda a mantener la ciudad limpia y hacer uso de lo que uno piensa que no sirve. Al volver a la Argentina me sentí rara, ya que me había acostumbrado a la división de los desperdicios. Quizás sea más fácil allí, porque se hace de forma más ordenada y constante. También los habitantes son exigentes con el cuidado del césped. Allí las multas por pisar el pasto o permitir que el perro haga sus necesidades sobre el mismo alcanzan los 750 Euros.
En cuánto a lo social, conocí a una persona con la cual entablé una relación de amistad. Salíamos, a veces nos juntábamos a almorzar, íbamos a tomar algo y también compartíamos tardes con sus amigos. Tuve la oportunidad de ver fútbol - playa en Sitges, que por cierto yo no lo conocía. Es divertido, porque son torneos que se convocan, por lo general, para los fines de semana. Es un entretenimiento para las personas que van a pasar un día aquí.
En el pueblo hay mucha alegría y pasan momentos de desayunos, meriendas y cenas con las comidas más famosas de allí. Entre estas se encuentran:
Los Pinchos, tapas, gazpacho, también hay locales de dulces o sándwiches de jamón crudo que aquí solo se dice jamón y en Catalán se llama: Pan amb tomaquet. A éstas se las acompaña con una o varias cañas (cerveza). Hablando de bebidas les comento que descubrí que me gustaba mucho la “Fanta” de limón y aquí en la Argentina no hay.
Un día fuimos a visitar el Museo de la Música de Barcelona con mi madre y una amiga. La exposición se destacó por exhibir distintos instrumentos desde los muy antiguos, hasta las telecomunicaciones. Lo que impactó mucho fue la evolución que fueron adquiriendo los pianos, había distintas clases desde los más antiguos creados en el año 1805 hasta otros más modernos del año 1840. Toda esta evolución creo en mí un recuerdo inolvidable. ¡Lo penoso fue que no se podían sacar fotos! A la salida del museo fuimos a almorzar y regresamos al pueblo hacia el atardecer casi llegada la noche. Decidimos volver en tren y en el andén, un pasajero le preguntó a otro cuáles eran los horarios del mismo, pero éste no supo responder. Entonces este pasajero nos consultó a nosotras que sí le contestamos porque sabíamos la respuesta, y acto seguido pasajero nos preguntó:
-¿Cuántos estados tiene Estados Unidos? Nos quedamos pensando y no supimos responderle. Como nos generó incertidumbre después quedamos en que nos fijaríamos en internet, pero nunca lo hicimos. Cuando subimos al tren… Vimos que el mismo estaba lleno de cáscaras de pipas y parecía que hubiesen hecho algún tipo de fiesta con ellas mismas.
EXPO ZARAGOZA 08.
Con mi familia y yo fuimos a ver la Expo internacional Zaragoza 08. El tema en común que se trató fue el agua y desarrollo sostenible. Esta muestra dura alrededor de 3 meses, también se ha hecho en Sevilla en el 92. Luego hay una serie de espectáculos y te entregan una guía para que uno se pueda organizar con los horarios. Pudimos llegar a ver el de Cirque du Soleil, que resultó maravilloso.
Al finalizar el día, pudimos ver un Show. Trataba sobre la sociedad de consumo. El mensaje que dejó fue: si todos aportamos nuestro granito de arena todo puede renacer. Fue muy emocionante el cierre, ya que simulaban paredes de hielo sobre las que había pinguinos y detrás se veía el cielo que era parte del escenario. En el medio había una cara que se veía fuego, al pasar el " tiempo" ésta se iba deteriorando, por exceso de dióxido de carbono y descuido de la naturaleza. Luego termina que se ve otra vez el inicio del espectáculo, (las paredes de hielo con los pinguinos). Fue un espectáculo impactante y la Expo muy buena. Me emocionó sobre todo el espectáculo final que dejó un punto de reflexión: estamos a tiempo de actuar y mejorar.
SWEET HOME BUENOS AIRES:
El 5 de Agosto salía del aeropuerto de Barajas para llegar a mi país. Pero cuando estaba por embarcar, era la primera después de la prioridad, le di el ticket a la azafata y me comentó que tenía que salir, porque había rebotado el billete. Entonces retrocedí y debí esperar que toda la gente subiera y ver si quedaba algún lugar. Esperé, mientras se me iba sumando la angustia y en mi lugar había cuatro personas más que le sucedió lo mismo. Por un instante no me sentí tan sola. Pero ellos tuvieron la suerte de embarcar y yo me quedé sola allí, veía que al avión se iba y mis lágrimas caían. Cuando se cerraron las puertas del avión, vi que había despegado y me sentí como Kevin en “Mi pobre angelito 2”. La empleada de información me avisó que me iban a indemnizar y a pagar un hotel para pasar la noche y abordar un avión al día siguiente. Pero esa respuesta no me conformó y reaccioné rápidamente diciéndole que no quería ir a ningún hotel, que sólo quería regresar a destino lo antes posible. También le especifiqué que tenía mi asiento confirmado y que esto que sucedía no podía estar pasando. Exigía una explicación a lo sucedido y una de las primeras razones que me dieron fue que en la computadora de ellos, salió que yo estaba en París y la otra fue que me habían llamado como la última pasajera y que perdí el avión. Entonces les comenté que no me conformaba ninguna de las cosas que me habían explicado, ya que tenía todos mis comprobantes. Reconocieron la culpa de la empresa y accedieron a mi petición. Sin embargo, me dieron un vuelo que salía 12 horas más tarde. Por lo tanto, no tuve otra opción que esperar en el aeropuerto.
Después de hacer todos los trámites, hacía 2 días que no dormía y no entendía nada de lo que sucedía, al fin y al cabo me atendieron bien. Alrededor de las 20 hs una chica me pregunta: - ¿Vos sos Argentina? Y le respondo afirmativamente, entonces me dice: -porque mira, tenemos las mismas zapatillas. Por un instante seguí corroborando que el mundo es un pañuelo. Nos presentamos. Me enteré que ella es de Corrientes. Luego se sumó un cubano a nuestra conversación. Nos contó que actualmente vive en Suiza y que tenía que quedarse hasta el otro día. Llegó la hora de embarque y cuando pasé respiré profundamente. Ya no me importaba nada. Solo quería ¡llegar a casa! Cuando arribamos también aplaudimos y fue la misma sensación que al principio, daba tranquilidad saber que estabas en tu “hogar”. Pero, en realidad, aquí no terminó todo, porque cuando pasé por Migraciones fui a retirar mi equipaje y solo apareció una de ¡¡mis valijas!! No tuve otra opción que esperar hasta el final. Fue una situación indeseable, porque me quedé sola y me dijeron que sino salía por la cinta transportadora de equipajes, tenía que ir hacer el reclamo a la ventanilla de la empresa con la que viajaba. En fin, hace dos semanas que estoy esperando mi valija que debe estar viajando por el mundo, quizás este en París o ¡quién sabe donde! Todos los días pienso en ella, porque traía muchas cosas y regalos. Por ahí dicen… que la esperanza es lo último que se pierde. Por suerte lo que pasó con la valija, no sacó la felicidad del viaje. Esta perdida forma parte de mi historia del viaje.
Uno piensa que el viaje termina cuando arriba a destino, pero cuando llegué a mi casa, me pasó lo mismo que al principio: me sentía en otra dimensión, en un lugar desconocido, no entendía demasiado y al otro día comencé con la organización de mi agenda, de la rutina y ¡a seguir viajando!
Chiaravallotti María Clara.